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We yell because we don't care

viernes, 30 de noviembre de 2007

All work and no play makes ME a dull boy

¡Mira, tengo un blog! En estas semanas se han juntado muchos, muchos trabajos de la escuela, y como buen estudiante, he tenido que cumplir con cada uno de ellos. Pero el ir y venir, el estar trabajando y viviendo en horarios desfasados (de cinco de la tarde a una de la mañana) y la sensación de irrealidad que sigue a una noche de mal sueño me han dado material para pensar, sobre todo en el futuro. Porque en el futuro, cuando deje el entorno artificial de la escuela y me encuentre inserto en la realidad, en realidad, no lo extrañaré. No sé porqué los que terminan sus estudios se sientan tan tristes: Ya no van a tener que rendir cuentas a muchos jefes, y por consiguiente, no van a tener que dividirse para hacer muchas tareas. El trabajo, aunque sea una cosa sin sentido, deja dinero y con ello independencia. No puedo contar aquí lo que haría con ambas cosas, sería largo y aterrador. ¿Los amigos? En este mundo de relaciones casuales, los amigos son intercambiables. Por lo menos para mí, que no soy un inadaptado o sociópata, pero sí una especie de comodín que anda de allí para allá. A lo mejor soy yo el desechable… (Nota para mí: que la emoda no te venza).

Al dejar la escuela se deja atrás la falta de orden, que es endémica del sistema educativo mexicano, y que se manifiesta en profes “sorpresa” (porque no sabes si van a ir o no) o el uso de “guías de estudio”. Aparte, no te tienes que preocupar por aprender definiciones palabra por palabra, aunque en los propedéuticos de McConalds te lavan el cerebro pero no importa, porque no tienes que repetirla en un examen, creo. Además, la rutina de trabajo - casa – duermo – trabajo puede ser muy benéfica: las cosas del trabajo se pueden quedar allá y no vienen a casa contigo. Creo que conmigo no aplica porque voy a ser programador, pero para ustedes que van a tener un empleo normal no hay problema. Quizá esta falta de espíritu universitario se deba a que tengo mucho trabajo, a que fui educado y me eduqué para vivir en el frío mundo de los adultos, o a que simplemente me gusta estar encajonado en una rutina, pero por ahora, es mi pensar. A lo mejor en navidad se me quita, o le doy uso al color negro de este blog y empiezo a postear sobre Fall Out Boy y la tristeza infinita… Espero que no. Ya lo hice una vez y todavía tengo secuelas.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Master, Master!

Me gusta decir que puedo oír lo que sea, pero a la hora de los hechos, cuando oigo metal o cualquiera de sus n variantes, digo “pinche grupo, puros gritos y guitarrazos, aquí parecen rudos pero en el fondo le tienen envidia a Belanova”. O cuando un otaku empieza a poner j-pop: “Méndigas ardillitas, lo bien que no se desgañitan, pero van a quedar como el de Jaguares”. Y ni quiero mencionar los ruidos “gangsta” que son acompañados por rimas incoherentes y obscenas que ni se esfuerzan por parecer rudas, simplemente soeces. No tengo palabras para eso, a lo mejor “estrubujuástico”. No me refiero al pop normal porque ese no levanta tantas pasiones como estas tres familias. No sé porqué son tan populares. Me gustaría saber en qué momento se perdió el rumbo. Yo le echo la culpa a los 80’s, pero eso es harina de otro post. De lo que trata éste es de mi intento por encajar en el esquema musical. Debí empezar por algún lado y dentro de mi discoteca interior, el mini DJ que programa la tornamesa de mi neocórtex como que se siente más afín con el metal. Y de mi exploración, así como resultado preliminar, puedo decirles un par de cosas:

“Master Of Puppets” me da risa. Sí. Así como lo están leyendo. Risa. Cuando oigo ese “Master, Master”, me carcajeo, y no sé porqué, porque no debería. Creo que la escribieron como un acto de adoración al demonio o una apología de la dominación o algo así, no como un chiste. Y la parte del principio se me hace que la usaron en el Doom. Por lo demás, si pones un disco así con Gears Of War, como que se disfrutan más ambas cosas.



No la pude conseguir con Gears, pero es en vivo, así que debe ser mejor

“Through the Fire and Flames” puede causar amputaciones de dedos por sobreexposición al Guitar Hero, pero bien pudo haber formado parte del Punp It Up. Es cosa mía también, pero cuando oigo una canción de power metal pienso en animes con vampiros o guerreros ultrapoderosos, o ya de plano en Dragon Ball, y esta cancioncita en especial no hace sino afianzar esa imagen mental, porque usa menos que otras esa guitarra de fondo tan grave, ruidosa y rápida que hace que el metal me desagrade.



Creo que alguien allá afuera piensa igual que yo

Aunque no es metal, tengo que decir esto también. Yo pensaba que Guns N’ Roses era más rudo. No me puedo imaginar a esa banda tocando November Rain. Simplemente no puedo, y sin embargo, así fue. Es un grupo muy inofensivo: ese mono del Use Your Ilussion es sacado de una pintura de Rafael. Y yo que creía que era una viejita contorsionándose de dolor o un bailarín irlandés.



November Reeeeiiiinnnn! (chiste privado)

**

Si, me gusta el metal. Pero no en el sentido de “que chido solo”, o “¿qué tono de negro debo usar hoy?”. En ejemplo práctico, es como si comprara un disco de Mago de Oz no por las letras paganas o los sonidos de juglar, sino para tratar de contar todas las figuritas que tiene la portada. No me agrada que toda la atención se la lleven las guitarras, o más concretamente, los dedos de los guitarristas. Hay más instrumentos buenos y que hacen cosas padres y sonidos. Aparte de que se pueden hacer mezclas entre ellos, no necesariamente se tiene que grabar “en vivo”. Pero mejor ya no agrego más, de por sí si algún metalero lee esto ya tengo de qué preocuparme, así que mejor lo dejamos hasta aquí.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Music - Yonqui

Los music-yonquis siempre andan buscando cosas nuevas. Yo por ejemplo, encontré un grupo japonés ¡que no es j-pop! Obviamente lo tengo que probar, no se ven cosas así a diario. Y menos si se llama "Acid Mothers Temple & The Melting Paraiso U.F.O". Por lo pronto, me dispondré a oir una composición de cuarenta minutos de rock psicodélico. Pero ese no es el tema. Ahora fue una banda a la escuela. Una banda de viento, sinaloense, con tarola, tuba y toda la cosa. Y lo primero que se ocurrió pedir fue Sweet Child O-Mine. Es un chiste personal: a cada grupo/cantante/idiota musical que me encuentro le pido el mismo set de canciones, a saber: Sweet Child O-Mine, Welcome To The Jungle, November Rain y Free Bird. Me gusta fantasear con Belanova tocando canciones de Metallica o viceversa. O Tatiana doom-metal. Y aunque la petición suena estúpida, si se piensa bien, no es tan difícil:

- Una trompeta hace las veces de Slash
- La tarola es un símil de la batería
- Un clarinete es tan chillón como la voz de cantante de Axl Rose.

Así que no les sorprenda que la encarnación de Guns N' Roses en la Novena Dimensión sea algo así:

GunsBanda


GUNS N' ROSES
"North - Korea Revolution"

***

Para quitarles la horrible visión de Julio Preciado haciéndole segunda a Axl Rose o a Bon Jovi portando una medallita de Valentín Elizalde, les dejo un pedazo de un grupo que ya ha aparecido en este blog: The Beta Band. Esto es "Simple". Disfrútenlo mientras puedan por que YouTube ha estado sensible con los derechos de autor últimamente. (Los que ya vieron el video o se la saben, pues ni modo, tendrán que vivir con el temor por lo menos cinco minutos).


martes, 6 de noviembre de 2007

Al diablo con Disney (I)


Como lo prometí en el anterior: trabajos finales = puras tonterías.

Yo nunca vi el Rey León cuando era niño. No fui cuando estaba en el cine, ni la vi cuando salió en video. Ni falta que me hizo. Cuando por fin pude romper con ese ciclo kármico (porque pienso que en una vida anterior fui una persona desobligada que ahora tiene que vivir toda reprimida si quiere limpiar su alma) y me senté a verla, me aburrí. Y no me sorprende. De hecho, la encuentro brutal y chocante desde un punto de vista ideológico.

El Serengeti vive una monarquía teocrática regida por el miedo, miedo a ser comido por Mufasa y el resto de la familia real. Nos pintan la existencia del príncipe Simba como una llena de lujos y comodidad. Su mismo nacimiento fue un ritual de culto al poder reinante. Rafiki es el símbolo de la religión de estado, delirante y anacrónica, que justifica al status quo, y llena la cabeza de la camada real con ínfulas de superioridad. Zazú bien puede ser la personificación del poder aplastante de un Estado que todo lo ve y todo lo sabe: él es un pájaro que vuela por toda la sabana, y es una extensión de la vista del rey. Sus ojos y oídos pueden escrutar en los secretos más íntimos de la población subyugada por el clan de los leones, una de tantas castas en las que está dividida la sociedad, de las que no pueden salir. Aquellos que han elegido vivir fuera de esta estructura asfixiante son exiliados, sobreviviendo con los alimentos que nadie se atreve a comer. El mismo Simba tuvo que resistir esa frugal existencia cuando su padre fue asesinado a traición por su propio hermano, justo frente a sus ojos de cachorro, y sus derechos de sucesión fueron violados. Pero ni todas las enseñanzas que recibió sobre la vida sencilla bastaron para borrar de su mente su adoctrinamiento de niño: él había nacido para ser rey. El "espíritu" de su padre en persona se lo dijo. No le quedó más que volver a reclamar su lugar, y matar a su tío. Y como ya dijimos, la filosofía de Timón y Pumba no fue suficiente para abrirle los ojos, y una vez sorteado el único obstáculo que tenía, consuma su "destino" y perpetúa el ciclo de dominación establecido desde tiempo inmemorial, o "ciclo de la vida", como lo llama esta repugnante obra de propaganda. Lo más horrible es que fue diseñada para los niños. ¿Son estos los ejemplos que queremos darles? ¿Queremos que crean que su existencia carece de sentido si no se apegan a lo que la superestructura de la sociedad les ha deparado? ¿Que un estado de cosas opresivo es justificable sólo porque así ha sido siempre, y por lo tanto así debe de seguir? ¿Que la tiranía es el mejor gobierno? ¿Que el más fuerte, y no el más inteligente o hábil debe dominar, y que debemos aceptar aliarnos seres de esa calaña, déspotas y plutócratas, únicamente por tener algunos privilegios o prestigio? De verdad, compañeros, no me gustaría vivir en Oceanía, pero tal parece que al gran capital le interesa la implantación de gobiernos fascistas en el mundo, y se vale de instrumentos muy poderosos, en este caso el cine. Sabe dónde atacar: las mentes impresionables de los niños (y de la gente con esa edad mental: ¿cómo puede un adulto lamentar la muerte de un rey-dios?) que gustosos aceptan el lavado de cerebro a cambio de satisfacer su curiosidad natural. Los conceptos enmascarados entre musicales e imágenes fastuosas de animales y paisajes quedan allí, en su subconsciente, y son la semilla de lo que en la vida adulta será en lo que crean y confíen. Y no sólo implantan en su psique este tipo de sucedáneos de ideas políticas, sino que aprovechan para dar arquetipos "morales" y actitudes "deseables". En las próximos días y semanas, si no somos víctimas de la censura o de desaparición forzada, presentaremos argumentos que prueban esta teoría y mostraremos el verdadero rostro de estas piezas que llamamos "entretenimiento".

Queda de ustedes

Un ciudadano preocupado

viernes, 2 de noviembre de 2007

¡Ánimo!

Navegando por el Internet me encontré con una página llena de posters motivacionales. Lamentablemente estaban todos en inglés. Pero usando Paint.Net (gracias a Gustavo por el tip) y mis limitados conocimientos del idioma de Shakespeare me aventaré a traducir algunos, y los más abstractos de plano van a ser adaptaciones o reinvenciones. Espero que no me vaya a caer la ley… Bueno, aquí los primeros:




Espero algún día tener la inspiración para hacer alguno, después de todo lo único que se necesita es una foto, un pensamiento x y unos minutos en el Paint o un asistente de esos tan comunes en la Web 2.0. Si saben de trabajos de éstos en español, díganme. Y perdonen por no haber hecho el tipo de post que este blog acostumbra presentar, pero ya tengo que ir haciendo el trabajo final, ese que se tiene que hacer en tres meses pero que se inicia quince días antes de la fecha de entrega. Lo bueno es que es programación y (ya) no tengo que investigar, y ustedes ganan, porque como no tengo tiempo para hacer reflexiones filosóficas sobre la naturaleza de la realidad, tengo que llenar espacio con estupideces como ésta.