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We yell because we don't care

jueves, 21 de febrero de 2008

Ocio mental (I)

Este lugar ha estado muy descuidado últimamente. Por enésima vez, me disculpo. Para los que recién han llegado por acá: lo de pedir disculpas por dejar abandonado el blog a Flaigrod es mi deporte preferido, mi sección más grande y mi tic más molesto. Los últimos días he pasado más tiempo en la ensoñación (y el sueño: mis noches parecen como si las pasara viendo el Hallmark) que en el mundo de verdad, y eso pasa factura en todas partes: me enfermo, se me olvidan las tareas, y llega un punto en que no me importa. Espero que con este post esta anotación pueda conjurar esos malos humores.

***

Si se habrán fijado, he tachado dos palabras en el otro párrafo, y varias en entradas anteriores. Eso es para estar ambientado en el primero de tres juegos maravillosos que vengo a traerles. Lo he llamado "hiperespañol" o más propiamente "construcción lingüística no figurativa". Sé que es un nombre feo para un juego, pero lo explica de forma tan concisa que no es necesario extenderse demasiado en las reglas. Basta hacer lo que dice allí: una construcción lingüística no figurativa, o sea, hablar como robot.

La regla principal es decir y entender las cosas de la forma más innecesariamente exacta posible, evitando vaguedades o expresiones coloquiales que tomadas de forma literal carecen de sentido. En una oración: Tomar todo tal cuál. El objetivo del juego es exasperar a las personas de una forma cruel y por demás irritante. El juego puede empezar en cualquier momento, sólo se hace falta un incauto que diga algo digno de ser destruido:

Incauto: - ¿Dónde nos toca la clase?
Jugador 1: - Ah, yo no sabía que las clases podían tocarnos
Incauto: ...
Jugador 2: - Es que quiso decir "¿En dónde se nos impartirá la siguiente clase?"
Incauto: - Bueno, pues, eso
Jugador 1: - Arriba, ¿que no?
Incauto: - Ah, bue...
Jugador 2: - ¿Cómo que "arriba"? El arriba no existe. No es un lugar físico, sino una dirección. Puedes decir que algo está arriba, pero no que vas a ir arriba
Jugador 1: ...

Y así. El "ganador" es el que pueda seguir hablando sin ser interrumpido más tiempo, o en su defecto, el único que no se haya dado por vencido. Se recomienda que se juegue por lo menos en parejas, así los incautos que se sorprendan creerán que tienen a alguien de su lado, cuando en realidad se está empantanando más y más. Puntos extras si se consigue decir todo en español sin recurrir a ningún anglicismo. Es de suma importancia que se practique en grupos pequeños, de no más de cuatro participantes, ni por mucho tiempo sin descansar, pues se podría causar daño cardíaco o cerebral permanente en alguno de ellos por el estrés. Lo ideal son de 20 a 30 minutos repartidos a lo largo del día. Lo mejor que puedo decir de esta actividad es que es muy económica. El starter kit equipo de inicio es muy fácil de conseguir, y los precios varían de acuerdo al fabricante:


***

La verdad, esto no lo inventé yo (no soy tan sádico). El nazismo gramatical existe desde hace mucho tiempo. Pero no habría puesto esto por escrito de no ser porque comparto clase con uno. Aunque, la verdad, si él es un SS de la sintaxis, yo cuando quiero puedo ser el Fürher. Para la otra recuérdenme contarles del Fin del Mundo, de Radiohead y de Ubik. Mientras, una cancioncita que tenía medio olvidada, pero que a pesar de que dura ocho minutos es muy pegajosa:



Yes - "Roundabout"


(Recuérdenme hablarles de rock viejito después)

domingo, 17 de febrero de 2008

Top 5 a las 5 - Juegos de mesa

La verdad, la mayoría de los que he tenido empiezan a empolvarse unas cuántas semanas después de estrenados. Será que los guardo en el ropero, será que me dejo llevar por el frenesí consumista y los compro sin pensar. Pero en fin, hasta con roperazos es posible tener favoritos:

5.- Adivina Quién
El juego en sí es bobo. Lo que lo pone aquí es que fue el primero que pude jugar. Me agradaba el sonido que hacían las plaquitas de las caras, y ensamblarlas en sus bases. En todo caso, a la hora de usarlo de verdad, era un volado con clase. Y misoginia: había más hombres que mujeres:


4.- Maratón
No sé quién fue el idiota que pensó que un juego donde tuvieras que estudiar antes sería divertido. Pero a mí me gustaba. Aunque jamás podía contestar más de la mitad de las preguntas me iba mejor que a la mayoría.


¿Responder "42" cuenta?

3.- Monopoly
Confieso que jamás le he visto el final a una partida. Dudo que uno de cada cien jugadores lo haya logrado. Por lo demás es un buen juego. Te hace sentir uno de esos magnates de la bolsa, hasta que caes en la casilla que está antes de llegar a GO, y lo pierdes todo por una juerga en un hotel cinco estrellas... definitivamente el tipo que lo creó sabe de la vida.



No se muestra: los otros dos jugadores que ya se suicidaron por sus deudas


2.- Risk
Durante mucho tiempo mi sueño fue tenerlo. Era perfecto: tenía un montón de monitos, un mapa del mundo, el objetivo era conquistarlo. Me sentí soñado cuando por fin pude abrir la caja, y para mi desgracia, mi hermano me venció una y otra vez. Al final lo dejé por eso (Soy un mal perdedor). Pero la caja allí sigue, y los monitos. A veces me gusta rodearme de los cañones y los jinetes y hacer un desfile (MUAHAHAHAHAHAHA!).


"Habla con suavidad y lleva un buen garrote; llegarás lejos."

1.- Uno
Mi forma de tortura favorita es jugar al uno de manera tal que no termine. No importa si voy ganando o perdiendo, el chiste para mí es ver qué tanto pueden aguantar los otros jugadores, cambiando colores, poniendo castigos, usando comodines... A veces me siento un Maestro de Calabozo. Igual de demente. Cuando gano, me organizo un desfile de Risk.


Mis manos tiemblan...

Hasta aquí por hoy: escribir este post me ha traído recuerdos contaminados con visiones surreales. Ya se la saben: Pásense por Kalimero's Zone para ver a los demás. Y en nuestro próximo episodio de Top 5 a las 5: ¿A quién te has tirado para conseguir este papel?, o los peores errores de reparto en el cine. Habré de escarbar más en mi memoria.

lunes, 11 de febrero de 2008

THE GOOVERNMENT (En el 2062 parte 4)


¿De verdad quieres contarle tu vida a TODO el mundo? Como quieras.

La moda de hoy es tener un perfil personal en Internet. Uno tiene una cuenta en MySpace o Facebook, si quiere tener amigos, o un blog si desea relacionarse de una forma más “intelectual”. Para el caso de este post esta anotación, es lo mismo. Cualquiera puede tener uno, y son gratis, aunque se tiene que repetir el proceso de registro para cada servicio, pero no hay problema: puedes poner todos en una misma página gracias a plug-ins y pedacitos de código. En esta era puedes crear una página web sin ni siquiera saber programar. El servicio es libre para cualquiera. En principio eso está bien. Si deseo poner por escrito una idea, sería mejor si llegara a la mayor cantidad de personas posible. Además devuelve al Internet ese espíritu de colaboración y comunicación universal que había estado perdiendo entre proyectos absurdos y especulaciones financieras. El Internet, como el conocimiento (que es en última instancia la razón de ser de la Red, aunque no lo parezca en esta era post-YouTube) debe ser patrimonio de todos, y cualquier persona debe tener derecho a aportar algo al saber universal. No tengo nada en contra de ello. Es más, ni siquiera me molestan los trolls usuarios molestos que se dedican a crear “ruido” sin dar nada a los demás (aunque deberían ser condenados al INFIERNO por hacernos perder el tiempo, ahora que el Papa lo volvió a abrir), o a un hacker que use sus poderes para el mal (Luego les dedicaré un post una entrada, si este blog sigue existiendo), que después de todo a eso me arriesgo por usar un medio público. Lo que me da ñáñaras es el uso que se les puede dar a esos datos.

Hubo un tiempo en el que el gobierno trataba afanosamente de recolectar información de los ciudadanos a través de métodos tan absurdos como la burocracia o tan terrorífico como el espionaje, a veces dentro de la misma familia. Hoy en día se siguen grabando conversaciones telefónicas de forma automática si se dice una palabra “prohibida” como terrorista, Osama Bin Laden, cosas así, y muy de vez en cuando (sí, como no) un caso de tortura sale a la luz. El problema con la seguridad es que los gobiernos siguen pensando como en los 70’s, pero estamos en la era de Internet. La gente ya no oculta sus secretos, ni tiene miedo del gobierno, que se ha vuelto un fósil inservible o una criatura risible en el mejor de los casos. Ya no hay tantas preocupaciones. A lo mejor en la parte del planeta que no es del Primer Mundo todavía se pueden seguir los métodos tradicionales, pero en la parte que pertenece a esa categoría (y que desea serlo), en estos momentos todos tienen algo que decir, y lo comparten a través de la red gustosa. Qué han hecho en el día (Twitter), qué les pasa por la cabeza (blogs), quienes son sus amistades (MySpace, Facebook, hasta el Messenger). Las agencias de seguridad y las estructuras de poder no deberían conformarse con los teléfonos o las desapariciones forzadas, siendo que toda la información está allí, lista para ser tomada. El mundo podría ser como en “1984”, pero en lugar de que todas las ciudades se vieran miserables, serían como Nueva York. O se verán igual pero más cool. Lo único que se necesita es hambre por poder, como en “1984”. Si los usuarios mismos ya nos canibalizamos todo lo que podemos (robando fotos, copipasteando, firmando en blogs desconocidos…) ¿qué detendría a los de arriba poner una “Ley Patriota” sobre todo lo que se registre en un servidor público?

En el futuro, el mundo seguiría posteando y flogeando como de costumbre, llenando servidores con información personal. Con ésta se podrían crear perfiles psicológicos útiles en la detección de tendencias de opinión, por ejemplo. Cualquier persona podría tener acceso a Internet en cualquier sitio, previo registro. El registro sería automático y gratuito, un servicio más del “estado de bienestar”. ¿Quién no aceptaría Internet gratis, y una clave única, sin tener que cambiar de perfil al mudarte de compañía? El centro del asunto aquí es lo de “perfil único”. Todos los datos, no importa en qué plantilla se generen, al final están relacionados al mismo usuario. Podrían crearse incluso controles artificiales: una sola identificación que sirve de pasaporte, carnet del seguro social, boleta escolar, tarjeta de biblioteca, hasta pase de autobús (un boleto recargable para el camión, ¿apoco no sería útil?). La vida unificada en una base de datos, lista para registrar cada movimiento, y sin necesidad de ninguna cámara. Sólo se necesita mejor organización. Debería englobar todo en un mecanismo perfecto, y me imagino que por eso no se ha implementado todavía. Hasta podría dar pie al Goovernment. En broma así le llamamos a cómo se va a llamar el mundo (y la página) cuando Google conquiste el mundo. En este derroche de paranoia, así podría llamarse al gobierno de la información: el poder lo tendrá quien concentre la mayor cantidad de información posible. Ya se venden los bancos de datos. Si metes algo a Facebook es propiedad de ellos (dicen). Aunque ahora parezcan en su mayoría cosas sin importancia, no sabemos de qué manera puedan aprovecharse en un futuro, ni qué servicios puedan aparecer. Internet es un servicio muy útil, pero apretando unas tuercas aquí y poniendo unas ligas acá puede transformarse en una jaula de oro. O esto de andar poniendo datos personales a la vista de todos desaparezca como el Game Boy o Parchís. (Por cierto, para los que nos visitan de España, se reunieron el otro domingo en un programa aquí en México ¿otra señal del Apocalipsis?) Ya veremos lo que pasa. De todas maneras, creo que fui muy vago con todas estas aseveraciones sin sentido. No me hagan caso, no estoy lo suficientemente concentrado. Tengo que dedicarle más a este tema en el futuro. Y si esto sólo sirve para que no pongas esa foto tan comprometedora o ridícula en tu Fotolog, me doy por bien servido.

OMG! - ¡Esta es la entrada 100! Lástima que fueron estos balbuceos sin chiste lo que dio vuelta el marcador. ¡Pero al demonio! ¡Hay que celebrar!



LCD Soundsystem - "Get Innocuous"


domingo, 10 de febrero de 2008

Top 5 a las 5 – Personajes de videojuegos

En mi obscena costumbre de leer blogs personales de los lugares más recónditos y variopintos, me uní a un grupito que se encarga de sacar listas de diversos temas, en un día específico (domingo) a una hora específica (5:00 pm), algo así como un meme una tarea de esas que llegan de improviso al correo, con la única diferencia de que ésta la haces por gusto, y no porque te amenacen con maldecir a ti y a toda tu descendencia, o peor aún, porque te salen con un argumento sensiblero como “esto es una tontería, pero se van a divertir :D”. Aunque por la maldita diferencia de horarios nunca coincidamos (el grupo es español) aquí estaré al pié del cañón [poner música heroica aquí]. Y aquí vamos con el primero: personajes de videojuegos.

5.- Kratos – God of War


Iba a poner aquí un personaje del GTA: San Andreas, pero mi hermano me refrescó la memoria. Un tipo que tiene pegadas en la piel las cenizas de su familia, corre por allí semidesnudo y aún así puede partir a un espanto de una patada, empalar una hidra y puede con dos mujeres a la vez es el héroe por defecto.

4.- Alyx Vance – Half Life 2


Ya ni me acordaba de ella hasta que hace unos días pude jugar de nuevo este juego y sus expansiones. No sé qué decir. Sólo mírenla, y luego piensen que la tendrán junto a ustedes (en el juego) por unas doce horas... Ahora piensen que esas doce horas pasaron en muy pocos días, y sabrán porqué quisiera toparme con ella en el mundo real. Preferiría una sonrisa suya al autógrafo de…

3.- Solid Snake – Metal Gear Solid


Aparte de que me parece cool (podría acabar al terrorismo con un cuchillo para cortar mantequilla) y chistoso a la vez (también le ayudaría una caja de cartón), le debo mucho. Con los diálogos interminables que hay en sus juegos, fue mi mejor profesor de inglés. Aunque el de la foto es el Snake del 3, que en realidad es el padre de Solid Snake, da igual, al fin y al cabo es un clon. Aparte el MGS3 es el que más me gusta. Maldito Hideo Kojima, deja de lamer sapos.

2.- Raz – Psychonauts


Todo gamer que se precie tiene dos juegos favoritos: una superfranquicia y un superdesconocido. Para mí son Half Life y Psychonauts. Y este monito en especial guarda un lugar especial en mi memoria por las carcajadas que me sacó. Como psychonaut, Raz se tiene que meter en la mente de otros y usar sus poderes telequinéticos para luchar contra traumas y recuerdos reprimidos. No se escapó del circo donde vivía sólo para ser un don nadie.

1.- Stubbs – Stubbs The Zombie in “Rebel Without a Pulse”


Un vendedor de puerta en puerta que llega a una granja donde no es bienvenido, y después de un par de escopetazos y veinte años en el subsuelo, vuelve de la muerte en un mundo de fantasía retrofuturista donde hay robots golpeadores, pistolas de rayos, científicos exnazis y coros de barberos con jetpacs. Pero aunque sea capaz de controlar mentes con su mano putrefacta, comer cerebros y aventar sus entrañas como granadas, no trata de encontrar venganza, sino el amor. Si tienen la oportunidad de encontrar este juego, ¡díganme donde está! Miren de lo que se pierden:


Runner Up: El Gran Hermano


Es increíble la cantidad de juegos tienen como villano al prototipo orwelliano de poder absoluto. Allí están Andrew Ryan de BioShock, el Dr. Breen de Half –Life 2, los Patriots de Metal Gear Solid… Uf, estos se merecen un post para ellos solos. Allí para la otra. Y si quieren pertenecer a la franquicia México de Top 5 a las 5, sólo manden un email a top5delas5@googlegroups.com El siguiente tema es juegos de mesa, así que vayan desempolvando su clóset. Y dense una vuelta por Kalimero's Zone: allí están todos los que participan.

jueves, 7 de febrero de 2008

Ya merito

Este iba a ser un post sobre el status “hipster-geek-indie-intelectualoide”. Iba a tratar de la gente que me arruinó la sorpresa de ir a ver Cloverfield al cine y asquearme yo mismo. Iba a decir porqué 300 es tan aburrida. Iba a tratar de entrar en la mente de uno de esos h-g-ii para comprender cómo tenía que ser algo para que les gustara. Iba a decir porqué odio los anglicismos y tecnicismos, o porqué discutir sobre modelos de celular es mucho más frívolo que hablar de motores de auto. Me mofaría de la arrogancia y de los críticos al poner sobre la mesa que el arte es lo que la mayoría de los críticos digan que es arte. Que no somos quién para decir que El Laberinto del Fauno es mejor que Transformers, por ejemplo. Me sentiría mal conmigo mismo por pensarlo siquiera, y los dejaría con una pregunta: ¿de verdad tengo algo de razón o esto es un elaborado berrinche, o más triste aún, un grito de hastío? Luego quedaría en las mismas y seguiría lentamente hacia mi post 100. Pero nada de eso fue. Tengo la mente bloqueada de todo lo que tenía que decir, así que mejor lo escribo en una libreta y se los presento luego. Mientras, les dejo algo que encontré por allí:



Dungen – “Panda”


UPDATE ACTUALIZADO: Sólo han pasado tres días entre este post y el anterior, pero sentía ya una urgencia maldita por escribir. Eso es adicción. Esto del blog es malo para la salud, o me parece que el tiempo transcurre más rápido gracias al "síndrome del día sin sentido". Tengo que hablar más de él...

lunes, 4 de febrero de 2008

Superbowl


Sin palabras. El post está abajo

Odio al futbol en cualquiera de sus presentaciones por sobre todas las cosas. El soccer le quita tiempo a las noticias políticas y de terroristas que tanto disfruto. Saca lo peor de la gente, por lo menos de la que está en una porra. Uno no se beneficia de la práctica del deporte si nada más lo está viendo por la tele. Los estadios deberían convertirse en acuarios, salas de concierto, o involucionar para volver a ser circos romanos. Del football mejor ni hablo: entre el reloj que se para a cada oportunidad, la jerigonza de los comentaristas, la necedad de querer pensar que el campo es un tablero de ajedrez y la “hora” de tres horas me basta para aburrirme en serio. Ayer fue el supertazón. Demonios. ¿Qué puede hacer alguien que no tiene cable y tiene que conformarse con cinco canales, de los cuales dos no se ven por la estática, y que no puede estar en su compu porque ya lo quitaron de allí? Pues practicar el deporte nacional mexicano: tragar camote (aguantarse, no vayan a pensar mal).

Y allí estaba, dando vueltas al carrusel de tres caballitos que es mi tele, cuando sintonizo el medio tiempo del Super Bowl, con Tom Petty. De ese señor nada más conozco la canción que sale en el San Andreas, “Runnin’ Down A Dream”, y me quedé en el canal para ver si la tocaba. Lo hizo, fue su cierre, y después de ello me dispuse a seguir dando vueltas.

Volví a pasar por el juego “a solo unos minutos” de terminar el partido. Yo no sé cómo fue que llegaron allí, lo que habrán sufrido, lo que se habrán metido, lo que habrán gastado, lo que tenían que demostrar, quién era el mejor… nada de eso me importaba. Me quedé por la brutalidad. Si tumbar al contrario empujándolo por la espalda (posiblemente dejándolo con daño cervical) para que no atrape un balón no es “bloquear un pase”, no sé que más pueda ser. Lo mejor es cuando lo pasan en cámara lenta. Para un morboso, eso es genial. Pero no tanto como ver en vivo como todos los sueños y aspiraciones de un equipo, y por ende de la mitad de los espectadores, se van al caño en un instante. De verdad me emocioné, y me dio miedo. En ese momento vi una línea de tiempo que me involucraba a mí, un sillón, una tele, una cerveza en mi mano y un grito de júbilo. Fue tan repulsivo y asqueroso que quise apagar la tele. Pero fue más fuerte mi impulso por ver en qué terminaba esto, porque una atrapada no significa nada si no llegan a la zona de anotación. Oh sorpresa, lo hicieron (Nota al pie: ¿quién en su sano juicio le pone a su hijo Plaxico?). A los Patriotas se les va su temporada perfecta. El schaudenfreude en todo su esplendor. Me morí de la risa. Entonces comprendí de qué se trata todo esto: de la humillación. Tomar partido por un equipo, unirte a tu tribu y sentirte superior por que tú le ibas a los que hicieron el trabajo sucio. Qué cómodo. Yo no podría hacer eso, se necesita un nivel de atención que yo no tengo, y un grado de apego a una marca tal, que me enerva. Pero sí puedo ver todo desde un palco distante y alcanzar a distinguir en los ojos de Tom Brady el pensamiento supremo: MIERDA. Las lágrimas huecas de la fanaticada (como si a ellos los fueran a correr por fallar). Que se te escape un lugar en la historia a dos minutos del final no tiene precio. Creo que puedo disfrutar eso.

La canción de hoy: “Runnin’ Down A Dream” – Tom Petty