¡Mira, tengo un blog! En estas semanas se han juntado muchos, muchos trabajos de la escuela, y como buen estudiante, he tenido que cumplir con cada uno de ellos. Pero el ir y venir, el estar trabajando y viviendo en horarios desfasados (de cinco de la tarde a una de la mañana) y la sensación de irrealidad que sigue a una noche de mal sueño me han dado material para pensar, sobre todo en el futuro. Porque en el futuro, cuando deje el entorno artificial de la escuela y me encuentre inserto en la realidad, en realidad, no lo extrañaré. No sé porqué los que terminan sus estudios se sientan tan tristes: Ya no van a tener que rendir cuentas a muchos jefes, y por consiguiente, no van a tener que dividirse para hacer muchas tareas. El trabajo, aunque sea una cosa sin sentido, deja dinero y con ello independencia. No puedo contar aquí lo que haría con ambas cosas, sería largo y aterrador. ¿Los amigos? En este mundo de relaciones casuales, los amigos son intercambiables. Por lo menos para mí, que no soy un inadaptado o sociópata, pero sí una especie de comodín que anda de allí para allá. A lo mejor soy yo el desechable… (Nota para mí: que la emoda no te venza).
Al dejar la escuela se deja atrás la falta de orden, que es endémica del sistema educativo mexicano, y que se manifiesta en profes “sorpresa” (porque no sabes si van a ir o no) o el uso de “guías de estudio”. Aparte, no te tienes que preocupar por aprender definiciones palabra por palabra, aunque en los propedéuticos de McConalds te lavan el cerebro pero no importa, porque no tienes que repetirla en un examen, creo. Además, la rutina de trabajo - casa – duermo – trabajo puede ser muy benéfica: las cosas del trabajo se pueden quedar allá y no vienen a casa contigo. Creo que conmigo no aplica porque voy a ser programador, pero para ustedes que van a tener un empleo normal no hay problema. Quizá esta falta de espíritu universitario se deba a que tengo mucho trabajo, a que fui educado y me eduqué para vivir en el frío mundo de los adultos, o a que simplemente me gusta estar encajonado en una rutina, pero por ahora, es mi pensar. A lo mejor en navidad se me quita, o le doy uso al color negro de este blog y empiezo a postear sobre Fall Out Boy y la tristeza infinita… Espero que no. Ya lo hice una vez y todavía tengo secuelas.
Al dejar la escuela se deja atrás la falta de orden, que es endémica del sistema educativo mexicano, y que se manifiesta en profes “sorpresa” (porque no sabes si van a ir o no) o el uso de “guías de estudio”. Aparte, no te tienes que preocupar por aprender definiciones palabra por palabra, aunque en los propedéuticos de McConalds te lavan el cerebro pero no importa, porque no tienes que repetirla en un examen, creo. Además, la rutina de trabajo - casa – duermo – trabajo puede ser muy benéfica: las cosas del trabajo se pueden quedar allá y no vienen a casa contigo. Creo que conmigo no aplica porque voy a ser programador, pero para ustedes que van a tener un empleo normal no hay problema. Quizá esta falta de espíritu universitario se deba a que tengo mucho trabajo, a que fui educado y me eduqué para vivir en el frío mundo de los adultos, o a que simplemente me gusta estar encajonado en una rutina, pero por ahora, es mi pensar. A lo mejor en navidad se me quita, o le doy uso al color negro de este blog y empiezo a postear sobre Fall Out Boy y la tristeza infinita… Espero que no. Ya lo hice una vez y todavía tengo secuelas.
2 comentarios:
La gran ventaja del trabajo es la que tu mismo dijiste: el trabajo (en la mayoría de los casos) se queda en tu área de trabajo, no tienes que acarrearlo a tu casa o en vacaciones. Punto aparte el penoso sistema educativo de México.
Por cierto, llegué es te blog creo que por un directorio de blos de México, y buscando uno de Sinaloa di con este (también encontré otro cristiano, pero estaba muy mamón) y, la verdad, se me hizo chingón. Saludos.
OMG! Ese directorio sí funciona! Creo que haré ping mas seguido...
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