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jueves, 30 de noviembre de 2006

Vida nocturna


La Tierra de noche. Tal vez sea lo más cerca que esté de ver cómo es el mundo nocturno, así que la comparto.

Si tus sueños son simples, no hay nadie que te impida conseguirlos. Qué error. Normalmente, las moralejas de los Simpson son acertadas o por lo menos bien planteadas. Esta vez, Marge se equivocó, por lo menos hoy.

Verán, siempre he deseado salir de noche. Llegar a la casa tarde. Caminar por las calles vacías de una ciudad que duerme. Literalmente. Uno puede jugar soccer en una avenida principal a las dos de la mañana (no es que me guste el soccer, simplemente, la idea me parece interesante). El frío de la noche es muy peculiar. Está cargado de rocío. Acá en el puerto no se ven esas coladeras de las que sale vapor, pero sí se siente la brisa marina. A veces hago un viaje fuera de mi cuerpo, a través de la mente, tratando de imaginar el mundo nocturno. No es que no lo conozca, pues he estado en él en algunas ocasiones; es sólo que no puedo salir tarde, y eso no me gusta.

No pienso beber, ni hacer escándalo, nada más deseo estar en compañía de unos amigos, salir a caminar, y no sé, tal vez hacer sonar un timbre desconocido. Estoy consciente de que es un anhelo pequeño, pero créanme, para mí es realmente difícil conseguirlo. Así que la próxima vez que vayan a salir a cualquier parte, acuérdense de todos los que nos quedamos encerrados. Y cuando lleguen con su gente, salúdenlos de mi parte.

***

Ahora que veo la foto de aquí arriba, veo que hay grandes agujeros negros entre los países luminosos. Supongo que no hay mucho que decir sobre eso, por que seguramente ya se ha dicho todo (no es cierto: Muy pronto, “La historia del mundo, según sus mapas”, ya verán…). Mientras, me gustaría tener un teleport para viajar a aquellos lugares de oscuridad, y no tanto por que quiera hacer misiones humanitarias o por que desee que un vampiro me haga especial (para eso están las misiones humanitarias), sino para verme por un momento en un lugar en el que nadie ha puesto un pié. Creo que estar en un lugar así, descubrirlo, puede ser una gozada increíble. Incluso, puede sentirse como caminar por una banqueta desolada, a la medianoche, viendo las cortinas de los negocios cerradas, y encontrar algo que te haga voltear la mirada. Así se han de sentir los descubrimientos.

Una máquina del tiempo ultrarrápida también estaría bien. Así se podría ver hacia atrás, el momento en el que el mundo no tenía más luz en la noche que la de la luna y las estrellas, y sobre su superficie se oían los sonidos silvestres. Pero esas ya son cosas para otro tema, así que mientras, dejo unas imágenes nocturnas aún mejores tomadas de aquí


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