Si el grupo 01 tuviera que ponerle un nombre al año pasado (se ha vuelto una mala costumbre hablar del pasado en este blog), ya ven, como el “Año Internacional del Camote” o “Año del Comercio”, “Año del Conejo”, o “Año Internacional de la Papa”, tendría que ponerle “Año de la Programación” porque ahora sí me di cuenta de que estoy estudiando Sistemas gracias a los métodos draconianos de nuestro profesor de Java – C#. Muchos vamos a quedar con secuelas permanentes de esta exposición tan prolongada a líneas de código: gente que tenía por personas normales, comunes y corrientes, ajenas a todo este desbarajuste, ha empezado a decir chistes que tienen que ver con tecnicismos, que personalmente odio con todo mi ser y que no deberían ser utilizados en una conversación normal. Achacar todos tus problemas a una sola persona es síntoma de una obsesión malsana amor-odio, y eso pasó. Se alteraron mis patrones de sueño, llegando a estar despierto hasta entrada la madrugada por culpa de un trabajo final. ¿A todos les pasa? Pues qué bueno, pero yo no soy “todos”. Mi día termina a las 10:30 u 11:00 PM máximo, no cuando ya empezó el siguiente. En fin, creo que ya me estoy proyectando, así que perdón y a lo que vamos.
En mi caso particular, el “año de la programación” se convierte en el “año-máquina”. Todo mi año giró en torno a cosas que tienen que ver con circuitos y bits. Y con programación obviamente. Ayudó la tendencia de Hollywood a usar CGI encasi cualquier oportunidad que se le presente, desde retocar músculos en 300 (me aburrió, nada más se la pasan ensartándose en y con objetos filosos, o hablando-gritando cosas sobre el heroísmo, tan pasado de moda) pasando por crear robots en Transformers (Si Megatrón llevaba congelado 50 años y no había Internet antes, ¿cómo es que sabía inglés si así lo aprendieron los Autobots?) y culminando creando una película completamente en Ratatouille (La única película de 2007 que me gustó completamente, sin asomo de duda). También ayudó la música, pues de los discos que más me gustaron el año pasado la mayoría son joyas sintetizadas (los pondría, pero ya me ganaron la idea por no carburar rápido y la voy a tener que pedir prestada…) y tuve un iPod para aislarme en mi música como el común de las personas de mi generación. Tengo un discman, pero soy muy tacaño con las pilas. Lo que más ayudó para que fuera un año-máquina fue el Internet. Esa cosa del diablo de la que tanto me he burlado y aterrorizado se me metió por los poros en forma de blogs, podcasts, Xbox Live y demás parafernalia TCP/IP. Lo horrible es que el Internet no me ha guiado a hacer amigos en MySpace, sino a tener un blog. No me ha orillado a ver los n remixes de Edgar cayéndose, sino a blogs de tecnología: una adicción que no solo es mala por si misma, sino que refuerza otra condición todavía más maligna, o sea, yo en una maraña de cables y resistencias.
Lo bueno es que el 2008 pinta diferente. ¿Qué me hace pensar eso? No sé, la estupidez o el deseo de que las cosas vayan de diferente manera esta vez. Este año irremediablemente aumentará mi nivel de contacto humano real, porque tengo que hacer el servicio social en la carrera. También aumentará mi sentido del valor del dinero, porque estoy endeudado como nunca y tengo que salir de eso con mis propias uñas. Y lo mejor de todo, ya no tengo a un profe draconiano tratando de que haga proyectos casi imposibles de lograr en solitario. Eso último podría tacharlo el lunes, pero espero que no.
En mi caso particular, el “año de la programación” se convierte en el “año-máquina”. Todo mi año giró en torno a cosas que tienen que ver con circuitos y bits. Y con programación obviamente. Ayudó la tendencia de Hollywood a usar CGI en
Lo bueno es que el 2008 pinta diferente. ¿Qué me hace pensar eso? No sé, la estupidez o el deseo de que las cosas vayan de diferente manera esta vez. Este año irremediablemente aumentará mi nivel de contacto humano real, porque tengo que hacer el servicio social en la carrera. También aumentará mi sentido del valor del dinero, porque estoy endeudado como nunca y tengo que salir de eso con mis propias uñas. Y lo mejor de todo, ya no tengo a un profe draconiano tratando de que haga proyectos casi imposibles de lograr en solitario. Eso último podría tacharlo el lunes, pero espero que no.
1 comentario:
Verga, tienes razón con lo de Megatron. Pero vamos, ni así Tranformers pierde el premio por el mejor one-line de todo el pinche año en cualquier puta película:
Megatron: "I'M MEGATRON!" (justo cuando se descongela)
Aunque el "This is Sparta!" o el "I Am BEOWULF" igual rifaron, nada superara esa gloriosa fase.
Mmm... en la prepa me dieron programación y, pese a que no era un prodigio o me convertí en erudito, encontré muy divertido el hecho de programar, cosa que creo me sería bueno de querer dedicarme eso. Creo que lo retomaré.
Y... ah... ¡ah!, si, tienes mi bendición para lo del post de discos, jajajaja. Aunque de hecho lo que hice yo se lo copié a un tipo que a su vez se lo copió a una tipa que a su vez lo copió y así: no tienes que pedir "permiso", todo mundo lo hace (además de que la esencia del blog es compartir conocmiento... bueno, no).
Espero que el Machine Year te haya dejado aunque sea algo bueno y empieces mejor el 2008. See ya!
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