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lunes, 22 de octubre de 2007

Viaje a Frikilandia - I (?)

Cola Cosplay

Por ahora, la única foto que puedo mostrar: la cola para entrar

Hubo un tiempo en el que casi me convierto en otaku. Mis mejores amigos de la prepa lo son o lo fueron. De los varios Messenger-amigos que tenía, sólo mantengo contacto con uno que conocí en un foro de anime. Compraba mangas, cometía la indecencia de empezar los libritos esos por atrás. Me agradaba el galimatías de leer de derecha a izquierda. La única cosa que he comprado en Internet y llegó fueron los primeros cinco volúmenes de Neon Genesis Evangelion. También le entré a Dragon Quest por la nostalgia. Leía esa ofensa al diseño editorial llamada Conexión Manga. Tuve mi propio set de figuras de Heroclix, por Dios. Iba que volaba para ser uno de ellos. Un friki, un otaku, un nerd total. Pero algo pasó. Súbitamente, todo eso dejó de interesarme. Los monitos los vendí. Los mangas los regalé. Los capítulos los arrumbé. Sólo me quedé con los amigos. Todavía no logro desentrañar el enigma de este cambio. A lo mejor fue que para mi mente con déficit de atención le resultan más interesantes los videojuegos que los animes pasivos. Tal vez fue un acto para sentirme superior. O simplemente me aburrí de las historias que no iban a ningún lado o que se acababan antes de comenzar, de las bromas que se repetían una y otra vez, del j-pop y el metal (que para esa subespecie son de ley), de la abrumadora cantidad de cosas que tenía que ver y comprar sólo para seguirles el paso a los verdaderos freaks. Tal vez crecí. Pero a pesar de que renuncié a la posibilidad de pertenecer de una vez por todas a una denominación adolescente, a veces me gusta hacer un recorrido por ese mundillo que rechacé y pensar en lo que no fue, ya que después de todo, todavía les manejo un poquito del argot. Por ejemplo, lo del sábado pasado.

Por estos lares, desde hace cuatro años, vienen celebrándose expos de cosplayers, que logran juntar en un solo sitio a toda la otakés de Mazatlán, sobre todo para presenciar la pasarela del cosplay, que son como la crema y nata de la frikada. Fui con la intención de aprovisionarme de fotos y hacer un superpost sobre el absurdo y la enajenación, sobre como esta masa de gente sin nada mejor que hacer va a este tipo de eventos con el fin de aprovisionarse de mercancía y encontrarse con aquellos que comparten el anime – manga como interés y Japón en general como fetiche (solo los clavados), pero, después de pedirle con toda la cortesía del mundo a un cosplayer si me regalaba una foto y que éste no sólo aceptara, sino que pone su mejor pose, me di cuenta que simplemente no podía. Mis amigos me dijeron que era porque estaba allí entre ellos, y en ese momento no podía, pero después (por ejemplo hoy), cuando saliera de ese nido de ñoñéz, le encontraría el WTF al asunto y me inspiraría. Pero es hora de que eso no pasa. El otaku que enterré dentro de mí, que yace roto y desperdigado en mil pedazos, pero sobre todo mi sentido de empatía, me lo impiden. El Pepe Grillo que me habla al oído y me dice que queme las cosas también me aclara que ellos también son personas, personas que disfrutan lo que hacen de una forma que jamás podré comprender, partícipes de un sentimiento de grupo que nunca podré experimentar, tan fuerte que es capaz de hacer sentir raro a alguien completamente normal. Y todavía sigo en shock por lo que me dijo mi tía cuando vio las fotos de todos los disfrazados y maquillados: “Hubieras ido vestido tú también” Si mi tía ve con buenos ojos algo, no debe ser algo tan malo.

Por suerte para ustedes, que buscan reírse un rato con las fotos del Supremo Kaiosama y el cast de Naruto, habrá oportunidad de ello. Bueno, en realidad no, porque prometí a una amiga que no iba a subirlas, y entendí que debía aplicar el mismo criterio para todos. Además, Mazatlán es un lugar pequeño, y aunque es costumbre añeja que solo las mismas tres personas lean mis desvaríos, basta una sola voz que denuncie un ultraje hacia tan sano pasatiempo como para que me sea imposible volver a poner un pie en un lugar público, so pena de ser considerado la escoria de la escoria: un friki troll. El problema es que siento quiero y odio a la vez al anime y por extensión a todo lo que se relacione con él. Siento cariño por aquella parte de mi vida, mas me alegro de no haber caído en el pozo del ser otaku. Este fue el post del cariño. El filósofo flaidgrodiano ultra-reaccionario Rufus Lepzdermann se encargará del odio, y es por eso que dejo el tema por hoy. Si quieren de verdad oír lo que tiene que decir, sólo háganlo saber. Si no, pues no hay problema: El camarada Lepzdermann hará su aparición triunfal en otra ocasión, y les pasaré un link a Flickr con todas las fotos. Por su atención gracias.

3 comentarios:

yissus dijo...

Bien camarada, hoy notamos un ejemple de lo que es la empatia, hoy comprendiste que ese tipo de personas que tienen una falsa manera de vida y extravagantes maneras de comunicarse que hasta cierto punto resultan completamente irritantes, en el fondo muy pero muy pero muy en el fondo, tambien son personas, tambien cabe mencionar la cita de blake "generalizar es de idiotas" por esta razon hay otakus mas irritantes que otros y de hecho hay otakus que son muy discretos, que por ningun motivo muestran su aficion a esta cultura, igual hay personas que alparecer imploran ser criticados, por que no la amalician con sus disfraces, no lo se, tal vez hay que pensar "creo que este disfraz no me queda", "me vere ridiculo con esto puesto", "mi autoestima lograra superar los insultos de lo intolerantes", no lo se, hay que pensar en nuestra salud mental antes de intentar algo tan extravagante como el hecho de disfrazarte de sakura o sailor moon "siendo la persona disfrazada un hombre", o estar algo chonchito y usar un disfraz de poca ropa, señores, no provoquen, piensen en su ego, la gente es cruel, muy cruel.

bueno, tambioen hay el caso en los que algunas personas les sienta bien algun disfraz.

bueno , no creo tener nada mas que decir, estare pendiente de los siguientes post.

saludos
Doominy

T3Mo dijo...

Yep, asi me paso cuando regrese con mis amigos freaks, ya no sabía ni de ke "#$#" hablaban

T3Mo dijo...

Yo de nuevo