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We yell because we don't care

martes, 1 de marzo de 2011

Yet Another Internet N00b Critic


No tengo verguenza, caray. No sólo prometí escribir más en el blog y no lo cumplí, sino que abrí otro. Nada personal, Flaigrod. No eres tu, soy yo. No quiero mancharte con reseñas baratas y rants sobre bolsas de galletas que no van a ningún lado. No te preocupes, ya hemos pasado por esto y siempre termino volviendo al viejo terruño. Mientras consuelo a este viejo pedazo de bits, pásenle a lo barrido:

Yainc! (Yet Another Internet N00b Critic)

sábado, 1 de enero de 2011

Cosas estúpidas que haré este 2011

Simplemente para que quede constancia de ello, yo el administrador prometo cumplir (o tan siquiera intentarlo) los siguientes propósitos, retos o como les quieran llamar este año:

Escuchar todos los discos de John, Paul, George y Ringo


En mi vida sólo he escuchado All Things Must Pass de Harrison y Plastic Ono Band de Lennon. All Things Must Pass es de mis discos favoritos, Plastic Ono Band fue un meh. Quiero saber si después de The Beatles pudieron seguir haciendo cosas mágicas y misteriosas, y la única forma de averiguarlo es escucharlo todo.

Ver el Top 250 de IMDB


Esto lo vengo arrastrando desde el año pasado, hasta tuve dos salidas en falso. Esta es la tercera, la vencida. Mi error fue querer verlas en orden ascendente, creyendo estúpidamente que sólo así se vería una progresión en calidad. Un argumento estúpido, puesto que esa película de cárcel con Morgan Freeman que está en el No. 1 no es mejor que El Padrino, y eso lo sabe cualquiera que tenga por lo menos 2 c3 de materia gris.

Terminar de leer Los Miserables (y de paso todos los libros que nunca terminé)


La obra maestra de Víctor Hugo es entretenida, divertida, profunda, bellísima y muy, muy, muy, pero muy larga. Dos veces he intentado leer ese monstruo de mil páginas, dos veces me he quedado atrapado a la mitad. Ahora, como el top, será la tercera vez, la vencida. Si lo termino, el siguiente será El Conde de Montecristo, o Guerra y Paz. También debería echarle un vistazo a los libros que parece sólo compré para que acumularan polvo en el librero, joyas como la Divina Comedia, la Ilíada y la Odisea, y… dios, Ulises. Tengo miedo.

Leer la saga de Harry Potter


Estoy en el grupo de edad que debió pasar su pubertad y adolescencia siguiendo las aventuras de Harry Potter, encariñarse con Dumbledore y hacerse pajas mentales con Hermione (o Harry). No me sucedió. Estaba ocupado leyendo Don Quijote de la Mancha y Dune. A unos seis meses de que se estrene la última película, cerrándose el ciclo definitivamente, quiero saber de qué me perdí. Sé que estoy un poco grandecito para ir a la tienda a comprarlos, pero qué más da. Lo haremos for the lulz.

Aprender Python, Ruby, algún otro lenguaje de programación


Después de repasar los cuatro propósitos anteriores, no dejo de pensar que todos apuntan hacia una misma dirección: ser un mejor consumidor. Voy a comprar más libros, más películas, posiblemente más discos (sí, claro). ¿No se tratan los propósitos de Año Nuevo sobre ser mejores personas? ¿Cómo voy a crecer como persona mediante la acumulación y disfrute de productos? Para compensar, y como no tengo tiempo de meterme en un gimnasio, ejercitaré los músculos de la mente. Una forma es aprender a programar en algún lenguaje de programación aparte de Javascript, PHP y Pascal. Cosas exóticas como Python, Lisp, o hasta desempolvar el C++. Los programadores no estamos en esto por el sueldo sino por la emoción de experimentar cosas nuevas, y tengo que hacerlo antes de que mi cerebro se convierta en jarabe.

Sacudirle las telarañas al blog

Bueno, eso lo estoy haciendo ya, así que no necesita más explicación. ¡Feliz año!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Top 5 a las 5: Conspiraciones

La verdad está allí afuera, dudes. Después del cliché de rigor, entremos en materia. Hoy dedicamos el día a las conspiraciones, cuentos que hemos escuchado por allí sobre “cómo funciona el mundo”.

¡Los reptilianos/masones/judíos controlan el mundo!




La Reina no se talló bien el cuello hoy. PRUEBA IRREFUTABLE.

La conspiración: Nuestros líderes mundiales son en realidad criaturas del espacio exterior parecidas a reptiles, y utilizan su poder para propósitos malignos. ¿George Bush? Iguana extraterrestre. ¿Isabel II, el Príncipe Carlos? Asquerosos camaleones de Sirio. O miembros de una logia secreta que se remonta a la Edad Media. O a un partido basado en las ideas de un barbón amargado. El caso es que hay un club (¿Bilderberg?) que controla todos los aspectos de la política mundial
La realidad: Monstruos horribles dominan al mundo. Pero son humanos. Y en la mayoría de los casos, detrás de los problemas del mundo están el azar ciego y la estupidez supina, no tanto la deliberación profunda.

¡Los musulmanes quieren destruir América!


Ninjas For Allah
 
A lo largo y ancho de América (Bueno, bueno, smartasses, de Estados Unidos de América), células terroristas esperan el momento para actuar, ocultos en cada mezquita, debajo de cada hijab, aguardando en cada taxi o escuela pública. Los musulmanes sólo quieren destruir nuestra libertad. Y si no permites que te examinen de cuerpo entero o te palpen los genitales, los estás ayudando.
La realidad: Los musulmanes extremistas quieren destruir al cristianismo. Los cristianos extremistas quieren destruir al islam. Los maniáticos del control están de plácemes viendo cómo les dan carta blanca para hacer lo que quieran.

¡La fluorización del agua/vacunación es comunismo infiltrado!


Al menos ella tiene libertad.

La conspiración: El gobierno a cargo de la salud. ¿Te imaginas? Ineficiencia, mala calidad, burócratas decidiendo sobre la vida y la muerte. Eso sólo pasa en Rusia, amigo, no en mi país. Además ¿no tengo derecho a decidir sobre la salud de mis hijos? He leído mucho y te puedo asegurar que estarán mejor sin esas asquerosas jeringas rellenas de mercurio.
La realidad: Esto es ciencia, amigo. Y la ciencia dice que eres un idiota.

¡El dinero es deuda!



El documental que lo empezó todo. Precaución: puede convencerlo

La conspiración: El dinero, tal como lo conocemos, es un artificio creado por los primeros banqueros en el siglo XVI para esclavizar pueblos y países enteros. Mediante unos cuantos pases mágicos en sus libros contables crean dinero de la nada, y con este poder ponen de rodillas hasta a los más grandes imperios.
La realidad: Lo que suena coherente platicado por lo general sucumbe ante las matemáticas. Y en el caso que nos ocupa, las matemáticas demuestran es una vil charada.

¡McDonalds nos vende gusanos/carne de monstruo/bocados de conservadores!




Al menos no están hechas de Soylent verde. ¿Verdad?

La conspiración: McDonalds, en su afán de beneficios rápidos, nos “alimenta” con productos de dudosa procedencia. ¿Porqué las hamburguesas saben igual en todos lados? ¿Porqué duran meses? Es obvio: las embuten de conservadores. O es porque la carne en realidad viene de un aterrador ser producto de la ingeniería genética, de granjas de gusanos, de ratas… escoja la cosa más asquerosa en la que pueda pensar. Eso es lo que le venden en cada Cajita Feliz
La realidad: la carne cocinada se conserva por meses. Saldría más caro sacar comida de engendros contranatura, ya que la ganadería industrializada y la agricultura subsidiada hacen a la carne un insumo bastante barato. Un ejemplo clásico de que el mundo es mucho más aburrido de lo que pensamos en realidad, razón suficiente para inventar conspiraciones.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Top 5 a las 5 - Eventos idiotas en la tele

Aquí estamos, como cada domingo… mierda, es lunes. Por primera vez, gracias al Síndrome de Abulia Dominguera Profunda (SADP), el top de la semana es en lunes. Hoy homenajeamos los eventos especiales que nos llenan de vergüenza ajena o de furia ciega

5.- Las Lunas del Auditorio


Como los Grammys en Los Simpson, sólo peor.

La idea no es tan mala: premiar a los mejores espectáculos en vivo del año (Umm… too meta). Lo malo es terminar dando el premio a mejor concierto a una banda que sólo va a enviar un video de agradecimiento. Un evento que podría ser por lo menos interesante de ver, y que se supone busca dar proyección internacional al país (Creo que eso lo escribió el café) se convierte en un cubetazo de realidad que nos recuerda nuestro provincianismo entre las naciones. Más que estúpido es triste. Okey, es estúpido.

4.- La Boda De Lucero Y Mijares


Los sueños se vuelven realidad... si tienes exclusividad.

Estamos de acuerdo que las transmisiones de las bodas de los famosos son estúpidas. De por sí nadie ve los videos de las bodas de los amigos que se dan como recuerdo. Pero La Boda Televisiva que siempre se me viene a la mente es La Boda De Ensueño de Lucero y Mijares: En la cumbre de su fama (…) La Pareja De Ensueño tuvo una Boda De Ensueño en un ex convento colonial, con la crema y nata de la farándula noventera, transmitida en cadena nacional a través, claro está, de Televisa. Todo como de telenovela. Claro, estamos hablando de Lucero. Y de Televisa. ¡Miren, señoras, las novelas se hacen realidad! Otra cosa más triste que estúpida: tener que vivir en una telenovela.

3.- Fin de año con las estrellas, Noche Mexicana…



Otra cosa que no sé si es estúpida o sólo triste (Y es por eso no se debe escribir en emonday). De verdad, ¿quién ve esos programas? Por lo general a las diez de la noche de la Noche Buena estamos poniendo la mesa o cenando o algo, cualquier cosa menos viendo la tele. Por lo menos esa es la idea. Cuando mucho sirven para darle otro ruido de fondo al precopeo. Hay un montón de solitarios que pasan las fiestas solos, pero seguramente ellos se van a dormir temprano para evitar la depresión, por lo que el poco público que pueden tener se pierde entre sollozos en sus almohadas y sorbos a un vaso de whisky mientras se observa la calle desierta. Pero año tras año los “artistas” siguen apareciendo para amenizar las veladas. Uno de los misterios de la vida.

2.- Previos deportivos. Cualquier clase


FFFFFFUUUUUUUUUUU

Esto si entre de lleno en la estupidez. El partido empieza a las 4:00. Los amigos congregados. La lata de dip a punto de ser abierta y un chicharrón en la mano en posición de untamiento. El destapador puesto estratégicamente en el centro de la mesa después de una amplia deliberación sobre el lugar correcto de su emplazamiento. Los accesos al baño despejados. Los aparatos excretores vaciados. Todo listo… y de repente empieza a hablar el comentarista. Y habla y habla, cambia al color del partido, vuelve a la mesa de análisis… “Faltan sólo cuarenta minutos”. Lo último que recuerdo es el platón de la botana incrustado en la tele.

1.- Las visitas de DIOS a México. Bueno, de Juan Pablo II


Si lo de Lucero es risible, esto es simplemente bochornoso. Antes del Papa Palpatine, estaba en el trono de San Pedro este señor buenagente y bonachon, amante de las excursiones y de alertar de los peligros de la planificación familiar, azote del comunismo y turista incansable. Tanto que vino a México cinco veces. Su primer viaje como Papa, de hecho, fue a este país bendecido por la Virgen de Guadalupe. En aquél entonces tenía sesenta años, un bebé comparado con el 90% de los príncipes de la iglesia. Pero en 2001 estaba debilitado por el Parkinson, las balas y otros achaques propios de la edad. Y aún así se anduvo paseando por el DF como Pedro por su casa. Para los medios, era Pedro en persona. Esos viajes pastorales eran verdaderos circos de pararreligión al más puro estilo de los televangelistas gringos, con todo y sermones en megaiglesias (o como les llamamos aquí, Estadio Azteca), películas con Pedrito Fernández y bendiciones por televisión. Sí señores, eso dijeron los que transmitieron una de las misas de esa última visita, y creo que por allí he de tener un frasco de agua o una imagen bendecidas por el Papa polaco en persona, gracias a la magia de Televisa.

Dejo fuera los torneos de póker, porque me parecen sin chiste, aunque no dudo que a alguien le pueda gustar eso de ver a un montón de desempleados jugar cartas, siendo tan fácil juntarse con los amigos y jugar, y el Teletón, más que nada porque después de todo sí construyen los dichosos CRIT, aunque para ello tengan que valerse de trampas tan arteras y viles que darían para un top en sí mismo. En realidad es por eso: podría hacer un top de cinco cosas que odio del Teletón y me faltaría espacio, pero me verían feo por burlarme de la buena voluntad de la gente. Screw them.

Postdata: Si no había enlazado el top de Don Humbert C Christopher, o "el que sí se acordó de publicar en domingo", fue porque esto lo escribí en un rush de cocaína cafeína.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Call Of Duty: Black Ops


¡Hasta sale Big Boss!

Así que allí estaba yo, tomando parte en el infame episodio de la Bahía de Cochinos, abriéndome paso hasta la recámara del jefe de la Revolución Cubana, con ganas de llegar y darle un tiro en medio de los ojos. Y estaba en Vietnam, saludando a las oleadas infinitas del Viet Cong (¿De dónde salen tantos chinos, demonios?) que se estrellaban contra nuestra posición como olas en una escollera, marejada comunista, hasta sus uniformes eran blancos, espuma norvietnamita, los saludaba con una lluvia de balas, aventándoles confeti de plomo mientras gritaba “Have some freedom, motherfuckers” o “Voy a matar a todo el proletariado del mundo” desde la comodidad de mi cuarto. Pon en mis manos virtuales una ametralladora de pixeles y todo es risas y felicidad. A veces pienso que debería jugar cosas más tranquilas y kawaii, no vaya a ser que me estén adoctrinando. Y estaba maravillado ante la primera escena: una sexy oficial ¿rusa? que dejaba consumirse un típico cigarro ruso en su mano (Dejando en claro sus malvados planes: les recuerdo que los héroes no fuman) mientras repetía una secuencia de números para una audiencia compuesta por espías e infiltrados. Sí, hasta las emisoras de números salen en este juego. Y científicos nazis. Lavados de cerebro. Teorías sobre el asesinato de Kennedy (no pueden faltar en una buena historia de conspiraciones). Creedence en los altavoces de una base militar, ya saben, para recordarles a los muchachos por qué están peleando. Un cliché tras otro, pero clichés divertidos al fin. Todo lo bueno que puede haber en una historia de intrigas político-militares, condensado en ocho horas de juego. No, espera, creo que son menos, por los videos y las conversaciones in-game. Han de ser como seis. Seis horas de juego efectivo por 1000 pesos en efectivo.

¿Valió la pena haber gastado tanto en un juego que probablemente no vaya a tocar otra vez? Qué puedo decir. Claro que sí. No le puedo poner precio a la alegría que me causa volar un campamento en medio de la selva, o abatir nazis en medio de la nieve. Si puedo contribuir en algo a que sigan existiendo estas películas palomeras interactivas (que son en lo que se han convertido las campañas de Call Of Duty del 4 para acá) que así sea. El equipo de Treyarch ha hecho un gran trabajo; definitivamente ya no son los idiotas responsables de ese Call Of Duty 3 tan sin chiste. Aunque, para ser sinceros, se sigue jugando como los anteriores. Han de haber cambiado algo en el esquema de juego, pero no me fijé y no me importa. Salen Castro y Kennedy, McNamara y Nixon, zombis nazis por Dios Santo. Este juego podría ser una pila de mierda o un Modern Warfare 2 con skin sesentero pero al menos sería una mierda o un clon muy divertido de ver.

Ah sí, tiene multiplayer. Whatever.