Our Motto:

We yell because we don't care
Mostrando las entradas con la etiqueta Juegos Clásicos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Juegos Clásicos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 6 de junio de 2007

Formas sencillas de perder el tiempo

Hoy ha pasado una tragedia. No voy a dar detalles, en parte porque no me gusta agobiar a mis tres lectores con detalles nimios de mi vida, y también porque no me pasó a mí solo…

En fin, para evadir la realidad, aquí hay cuatro formas sencillas de perder el tiempo:

Bejeweled 2


Como que aquí hay algo gay

Después de matar demonios, elfos, nazis, rebeldes, elites y aldeanos, uno tiene que relajarse con algo como esto si no se quiere morir de una explosión craneoencefálica. Tenía el demo en el Xbox, pero con mouse es más cómodo, y el Mulo se los puede regalar. Cuando no puedan pasar un jefe de 9999 HP que estornuda Summons, lo mejor es relajarse con algo como esto. Los juegos que vienen en tu S.O. también sirven, mientras no se llamen Carta Blanca.

Chismear


Regla No. 1: No seas obvio

Aunque no te interese en lo más mínimo la conversación, métete en una. Entre más te intereses en la anécdota o más exaltados veas a los chismeantes, más callado quédate, así no te perderás de nada y te tomarán por discreto. Chismear es gratis y conoces gente, aunque sea de oídas

Trae una baraja en el bolsillo
Si, eso es una baraja. Visita más seguido a tus abuelos, o deja de ver Maverick

Jugar baraja es un vicio, lo sé, pero es divertido, mucha gente sabe muchos juegos diferentes con las mismas cartas, y si estás de suerte (y no tienes miedo como yo) puedes ganar dinero apostando. Incluso puedes jugar solo, aunque para eso está la computadora, para jugar solitario (en todas sus variedades). Ojo, no hablo de Yu-Gi-Oh. Eso está out.

Abre un blog


Já!

¡Lucha por firmas! ¡Encuentra gente igual de loca que tú! ¡Pierde tu tiempo escribiendo! Únete al web 2.0 de la mejor manera. Escribir un blog, grabar un podcast o subir un video con tu cara en YouTube son buenas alternativas para perder tu tarde. Te lo dice un blogger.

martes, 17 de octubre de 2006

Memorias de un gamer: Nostalgia, con razón

Morrowind was Artwork - Didnt pay for fraps, so its in 30 second clips.

He estado jugando a The Elder Scrolls 4: Oblivion, por cerca de tres meses, y todavía no he sacado todos los logros (Faltan 4, y esa tarea de contabilidad no hace sino agravar las cosas). Es enorme, vivo, y totalmente hermoso. Sin embargo, hay veces que extraño la entrega anterior, Morrowind. Lo jugué en Xbox, y aunque es inferior al de PC, me quedé rendido ante él por la atmósfera tan especial que tiene, el sentirte parte de un pequeño mundo de fantasía, y a veces, realmente en otro mundo (Esta serie sucede en otro planeta, Nirn, según el librito), y los pequeños detalles. Pero sobre todo, por el estilo tan intoxicante y fastuoso, lleno de imaginación, que tiene cada rincón de la isla de Vvanderfell. Cuando mi hermano y yo vendimos el Xbox, ésta fue la razón principal por la que no quería hacerlo. Todavía conservo el mapa que venía, digno de enmarcarse. Oblivion es muy lindo, y se juega mucho mejor, es más sencillo y amable, pero a veces se siente un dejavú que te incomoda. Todavía me gusta recorrer lo desconocido, como lo hacía en Morrowind, y todavía es muy divertido, pero sigo extrañando los hongos gigantes y las ruinas extrañas. Encontré este video en Google, y expresa lo que acabo de decir de mejor forma. Espero que los que tengan una buena computadora se lo consigan. Como no lo pude pegar aquí, quedan dos videos de YouTube: El trailer oficial, del lejano 2002, y un video que muestra cómo puede llegar a verse realmente con un programa que elimina esa niebla molesta. Informes aquí.


El tráier oficial:



Y Morrowind sin niebla:

domingo, 8 de octubre de 2006

Ayer ganó el eje... al fin



Wittenbergman's Quality Seal ;)
Una MP-44 real. En CoD 2 es gris y pesa una tonelada. (Tomada de www.cod.alliancze.org)


Por primera vez, gané en un enfrentamiento virtual de cualquier especie. Fue un gran enfrentamiento en un bunker alemán, una de las arenas para deathmatch de Call Of Duty 2. Ahora puedo perder tranquilo. Porque no importa qué tan grande sea la próxima tunda, no importa qué tantos snipers haya regados por el mapa, sé en mi mente y mi corazón que por una vez probé las mieles del triunfo, por una vez gané, y por lo tanto, puedo hacerlo en cualquier momento. Y ayudado de una ametralladora MP-44, cualquier cosa puede pasar. Solo me siento algo culpable porque siempre escojo ser nazi, pero es divertido ser el antagonista.

También aprovecho la oportunidad para decir que soy un aficionado casi morboso de los videojuegos. A lo mejor tiene que ver con el hecho de que cuando era niño jamás probé uno, y por eso hasta ahora he empezado a jugar, pero no importa. Lo digo por que a veces van a tener que soportar mis devaneos sobre el tema, pero me excuso diciendo que hay freaks que rayan en la locura por su afición. Pronto pondré pruebas. Mientras tanto, y por que es fin de semana para acomodar ideas (y para hacer tareas), y sobre todo, por que tengo algo de pereza hoy, aquí queda una vista de un juego que, aunque lo conocí hace muy poco, ya lo extraño demasiado: The Elder Scrolls III: Morrowind.






Una callejuela de Balmora. A la derecha, el Figther's Guild local. A la izquierda, una librería, y en el fondo el templo. Ahh, los recuerdos.




(Tomada de www.abiro.com/lab/morrowind.php. Tiene una galería de más de 400 fotos)