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jueves, 13 de septiembre de 2007

Día del programador


Sistemas Computacionales: Una carrera con futuro


Para mi beneplácito, ya que es el 256avo día del año (2^8), hoy es día del programador. Claro, todavía no soy un programador de verdad, pues aun no salgo de la escuela… bueno, en realidad para los hackers eso poco importa, así que lo pondré de otra manera: todavía no codifico nada que valga la pena. Todo lo que he hecho hasta ahora son formas refinadas de tarea escolar. Tampoco he empezado ningún proyecto por iniciativa propia. No he hecho nada por amor al arte del software. Así que al final, ¿puedo festejar algo? Si acaso que por fin tengo tiempo para escribir, aunque tengo que decir que es complicado cuando a tu teclado le fallan siete teclas. Por ejemplo, la “p”, o la “ñ”, y ni qué decir del acento. Ese es el motivo que me obliga a que, de este momento en adelante, no utilice dichos signos.

Hoy no hizo un buen dia en donde vivo. Me encontraba en mi cama, cubierto entre la colcha, el cuarto oscuro, las cortinas corridas, cuando me dije a mi mismo “no quiero levantarme”. Sin embargo, estaba obligado. Tengo que salir. Me deshice de todos lo que estaba en mi disco duro y me fui a dormir algo tarde debido a esta tarea y no me voy a quedar con ella en las manos. Al dejar el estado somnoliento y ver al cielo nublado y la tierra mojada, tuve que darme cuenta de que estaba en lo correcto. Aunque lo correcto era salir con todo y lluvia y entregar el trabajo atrasado. Estuvo lloviendo, y un servidor tuvo que aguantar el fresco (he estado algo enfermo). Nos cambiaron de aula, a un cuartucho lleno de mugre y ecos. Juro que uno de los muros es unicel con una ligera embarrada de cemento. Y de todas maneras no tuve clases hasta las doce, justamente del tema que se festeja hoy (eso fue una salida sencilla, me excuso). Felizmente no fue tan malo, ya que me di cuenta de que mi mente no es una masa informe de saliva y arena (gracias a Internet comienzo a verme de esa manera). Es una dicha saber que tengo “el toque”. Veo mi futuro, entre monitores y cables de red, oculto en una ratonera en un edificio sin chiste, gastando las teclas con cada idea que sale de mi cerebro, siendo consciente de que dejo mi huella en el mundo con cosas que la gente encuentra con utilidad. No quiero ser un hacker, Soy un artesano digital, la voz de aquellos que quieren un mundo eficiente y ordenado, que se rige de acuerdo a reglas claras. Mi trabajo en un futuro es convertir a un cerro de hojas desordenadas en basura, a los organizadores en escoria, a los archivadores en recuerdos, a las filas interminables en mitos. Y ganar algo de dinero en el camino, si le ven algo de valor a tu obra. Quiero que en el futuro, cuando el mundo entero trabaje desde su casa, que nos recuerden como los que los liberaron de levantarse de su cama en un dia como hoy gracias a que tienen que ir a gastar su existencia en una oficina. Esa es la mentalidad. Eso es ser un *rogramador.

Mi cabeza va a estallar. No me queda una sola estructura gramatical, y aunque soy ca*az de extenderme (ya me ganaron el Xbox), me temo que lo dejo hasta este *unto. Ahora a descansar un *oco. (¿Y la tarea* No la revisaron).

4 comentarios:

T3Mo dijo...

Perdona por no firmar hasta ahora... pero la maldita tesis.. blagh... jaja la foto me sigue dando risa

Wittenbergman dijo...

No te preocupes, la escuela es primero.

Tony dijo...

Pues ahora lo hubiese estado celebrando... dejé la programación hace dos años creo.

Un abrazo desde los cielos dorados de Perú.

T3Mo dijo...

Yo de nuevo por aca