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jueves, 11 de septiembre de 2008

Error 503

No tengo Internet.  El regulador de mi compu ha adquirido por azares del destino la maravillosa propiedad de destruir todo eliminador de corriente que sea conectado a él.  El módem necesita uno de esos.  Ergo, estoy incomunicado.  Estar sin Internet es espantoso.  Es como estar sordo y no poder ver, o estar ciego y no poder oír.   No sé cómo los antiguos podían sobrevivir sin ese caudal de datos interminable, paraíso del anonimato, botadero de lolcatz, único lugar del mundo en el que los nerds y geeks pueden acceder a una posición dominante (a DIOS gracias), nube, compañera, amante secreta.  Tal vez entonces la televisión era buena, o no existía YouTube. Ese primer día sin internet, no habiendo nada más importante qué hacer, me acosté a dormir a las 9:00 PM.  ¿De qué sirve el tiempo si no tienes Internet?  ¿Para ver tele?  No puedes escoger nada, las series están dobladas al español, no hay comentarios (la mitad de la diversión de Internet está en los comments) , sin las estrellitas o el número de visitas no puedo saber si el programa es bueno, ¡no puedo PAUSAR!  O tal vez sirve para salir a la calle, sobre todo en una semana como ésta, en la que he cargado con un impermeable en la mochila todos los días.  

Ya pasé por todas las etapas del Duelo: negación, ira, negociación, depresión, aceptación.  Ahora más tranquilo, estoy a la espera de que el técnico de Telmex tenga un poco de empatía en su corazón y venga a arreglar esto.  Por lo pronto, estoy sustituyendo mis ansias de leer en pantallas y jugar con el ratón a seleccionar texto y mover la barra de desplazamiento de una ventana con pdf's, como en los viejos tiempos en los que iba al ciber, cargaba mis montones de disquetes de 3.5'' (o un cd en blanco) y me disponía a ordeñar a la red, buscando libros o abandonware, mismos que disfrutaba en mi burbuja sin conexión.  En estos momentos estoy a punto de convertirme en un ateo gracias a Richard Dawkins y "El Espejismo de Dios" (es bastante coherente, por decir lo menos.  Luego les cuento.  O léanlo ustedes).  Ahora que lo pienso, la vida sin Internet es algo más tranquila.  Sin este tiempo de sobra, no hubiera sido capaz de leer la mitad de ese libro en los dos días que llevo leyéndolo, y eso es bueno.  Además, tengo más tiempo para hacer la tarea (sí, cómo no).  Pero la sola sensación de que los feeds se acumulan en mi lector me hace sentir desesperado.  Sí, el dedicar tiempo a la reflexión sobre el motivo de la existencia, del origen de la vida y de la religión es algo bueno, pero, ¿acaso eso es mejor que leer las nuevas noticias de Apple, una caricatura sarcástica o escribir este texto ahora mismo?


Alguno debe ser bueno, pero...


...¿mejor que ésto?

La verdad es que no sé.


P.S: Buscando imágenes para el post, me encontré con éste anuncio:


Da para qué pensar.  Feliz 11 de septiembre 


1 comentario:

William Saints dijo...

Eso explica el por qué de la ausencia de un post tuyo sobre el Colisionador de Hadrones (siendo que fuiste tú quien me hizo saber qué era antes que todos esos pendejetes que no tienen ni puta idea pero se la pasan diciendo "¡el mundo se va a acabar, el mundo e va a acabar!").

Puedes leer... uh... no sé. No leo mucho. Bueno, no tanto como tú, así que cualquier cosa que te recomiende de seguro ya la checaste.

Puedes ir a La Gran Plaza... y rezar que no la balaceen. Crap.

Cuidate, amiguito. This is Ground Control to Major Tom.