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domingo, 14 de septiembre de 2008

I Think I'm Going To Hell


Cualquiera que diga que esto no merece morir, es un hipócrita.

Creía que todo eso del manga y del anime había quedado atrás, como el resto de mis recuerdos de la prepa. Creía que estaba seguro. Tenía mis libros, mi computadora, la ciencia ficción de verdad, el cine, el rock (oh, el ROCK)... Creía que estaba vacunado. Tenía la certeza de que uno verdaderamente puede aprender de sus errores, de que uno no se tropieza dos veces con la misma piedra. Qué ingenuo. Estaba seguro antes, pero porque no tenía Internet, y ahora todo se está yendo al carajo. Primero fueron cosas inocentes: "¡Hey, vamos al cosplay! ¡Capaz nos perdemos al Link gordo o del Gundam de cartón!". Si buscas diversión fácil, ve a un evento mexicano de cosplay, que disfrutarás siendo cameko. Últimamente, sin embargo, ni siquiera eso me emocionaba. Después de tantos años, se podía decir que verdaderamente estaba curado. Nunca más podría tener algún tipo de diversión con algo venido de Japón. Gracias, chico con la caja en la cabeza, me habías hecho mucho bien. Pero entonces, me di cuenta de que YouTube era de verdad divertido, y de que todo mundo sube cualquier cantidad de tonterías. Sí, encontré anime. Y fue allí cuando ese muro que había construido entre mi y el espectáculo de los ojos de plato se requebrajó. Ahora, no es más que cenizas. Mientras más me convencía de estar haciendo algo inocuo, más me hundía en el fango. Suzumiya Haruhi No Yuutsu no es sólo un compendio de absurdos (me encanta el absurdo). Death Note no es sólo una película de detectives glorificada (me gustan los detectives). Bakuman no es sólo una historia sobre el sórdido mundo del manga (me gustan los mitos desmitificados). Son ánime. Son manga. Aquí no hay medias tintas: te gusta o no. Por usar marihuana no eres menos drogadicto. Es lo mismo aquí. Peor si tu lo buscas. Eso es como faltar a los 12 pasos de AA. Eres basura. Mierda pinchada en un palo (se le oye mejor a Eduardo Arcos). Otaku. Mereces que lo que dicen todas las sectas sobre el Armagedón sea cierto, y que a ti te toque estar a la siniestra de DIOS. Pero bueno, lo hecho hecho está, y mientras no gaste un centavo en esto no tiene nada de malo, ¿verdad? No. Está igual de mal. Mal, mal, mal.

1 comentario:

William Saints dijo...

La verdad no entiendo mucho del odio que le tienes al Cosplay. A mí se me hace naco, porque por lo general los trajes están bien chafas y quienes los portan tienen cabeza de escultura olmeca y son morenos a más no dar (cuando la mayoría de los personajes de Anime son andróginos y bellos).

Y el Anime... bah, consumo lo que puedo. Tiene desplantes artísticos muy chingones, pero también muy aislados. Y muchas obras de esta tienden a sobrevaluarse.