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miércoles, 22 de agosto de 2007

Perlas Sci-Fi

Este será un post demasiado intelectualoide. Quedan advertidos.

Para los robots que buscan frenéticamente en el Internet violaciones del copyright: soy dueño de copias físicas de todos estos libros, y estas copias físicas fueron adquiridas legalmente en locales establecidos. Menos mal que a los que postean pedacitos de libros no los tratan como a los que postean música.



“Ser un verdadero poeta es convertirse en Dios”
El maestro Martin Silenus, Hyperion, de Dan Simmons




“La violencia es el último recurso del incompetente”
“Procura ser claro, especialmente si tienes fama de ser sutil”
“Nunca permitas que el sentido de la moral te impida hacer lo que está bien”
Epigramas de Salvor Hardin, Fundación, de Isaac Asimov




“La casa del Venerable e Inescrutable Coronel era como le llamaban cuando hablaban chino. Venerable a propósito de la perilla, blanca como la flor del cornejo, una marca de credibilidad sin tacha a ojos confucianos. Inescrutable porque se había ido a la tumba sin divulgar el Secreto de las Once Hierbas y Especias”
Descripción retórica del Kentucky Fried Chicken, La Era del Diamante, de Neal Stephenson (Es el libro de agosto, por cierto)




“- Hace unos años […] fuiste víctima de una alucinación luego de ver cierta fotografía llegando a creer que había estado en tus manos. Era una foto como ésta. […]
- ¡Existe!
- No – dijo O’ Brien y luego atravesó con largos pasos la habitación hasta alcanzar la pared de enfrente donde había un agujero de la memoria y levantar la rejilla. El trozo de papel quedó atrapado en el torbellino de aire caliente y desapareció presa de una fugaz llama. O’Brien volvió hacia Winston.
- Cenizas – dijo – Ni aún eso. Sólo polvo. Nunca existió.
- ¡Pero sí que existió! ¡Y existe en la memoria! Lo recuerdo. Y tu también.
- Yo no recuerdo nada.”

Winston siendo “curado”, 1984, de George Orwell




“Los radicales siempre ven las cosas en términos excesivamente simplistas: blanco y negro, bien y mal, ellos y nosotros. Al tratar los asuntos complejos de ese modo, destrozan toda posible aproximación abriendo paso al caos. El arte del buen gobierno, como tú le llamas, es el dominio del caos.
– Nadie puede hacer frente a todas las sorpresas.
– ¿Sorpresas? ¿Quién habla de sorpresas? El caos no es ninguna sorpresa. Posee unas características perfectamente predecibles. En primer lugar, destruye el orden robusteciendo las fuerzas de los extremos.
– ¿No es eso acaso lo que los radicales pretenden? ¿Acaso no intentan trastocar el sistema para hacerse con el poder?
– Eso es lo que ellos creen que están haciendo. En realidad, lo que hacen es crear nuevos extremistas, nuevos radicales, continuando así el viejo proceso.
– ¿Y qué me decís de un radical capaz de comprender una situación compleja, que se presenta haciendo gala de esta actividad?
– Ese no es un radical. Es un rival para el poder.
– ¿Pero qué hay que hacer con él?
– O ganas su colaboración o le matas. Así se origina la lucha por el poder, ya a nivel de manada.
– Si, pero, ¿y los Mesías?
– ¿Los Mesías como mi padre?
Al Duncan le desagrada esta pregunta. Sabe que de un modo muy especial yo soy mi padre. Sabe que puedo hablar con la voz y la personalidad de mi padre, que los recuerdos son precisos, inéditos e ineludibles.
De mala gana, replica:
– Bien... si así lo queréis.
– Duncan, yo soy todos ellos y lo sé. No ha existido jamás un rebelde verdaderamente desinteresado. Todos son unos hipócritas, conscientes de ello o inconscientes, qué más da.”

Diálogo entre el enésimo Duncan Idaho y Leto II, Dios Emperador de Dune, de Frank Herbert. Dejo el diálogo tal como está porque es demasiado bueno para perder algo. Aunque no sé mucho de lo que sigue porque no terminé el libro. Y la imagen, bueno, fue el primer rebelde que se me ocurrió (además de que el Ché está muy quemado).

5 comentarios:

T3Mo dijo...

Wow, en verdad me gusto mucho este post

Momus dijo...

Al final Leto II se convierte en una especie de oruga gigante.

Crees que no te he arruinado el libro, pero ya verás.

Wittenbergman dijo...

Já, ya me la sabía. Lo supuse. De todas maneras, quien sabe por qué, no puedo llegar hasta allí porque me aburro.

Anónimo dijo...

¿No hay un solo rebelde desinteresado?
Miras el rostro de un hombre desde la pantalla de tu ordenador, en tu casa, bien alimentado: eres un integrado, te levantas igual que te acuestas y tus inquietudes, aunque pienses que superan las de la media, aunque creas que el blanco y el negro se funden y dan paso a lo que es la nada del inconsciente ante tus ojos, no son más que polvo en el asfalto.

Miras a esos hombres y copias un textos, lo citas si te parece más digno, y lanzas un mensaje. Y no te paras a pensar.
¿Cómo ibas a pensar?
Lees 1984, pero dices eso de los hombres valerosos que dan sus vidas por la causa.
Sí, chico, porque esa es la anulación, la vida en realidad.´Tú, sentado en tu silla, no puedes comprender que un hombre da su vida de muchas maneras. La no existencia por la libertad, por la viabilidad.

Eres otro apéndice.

Anónimo dijo...

¿No hay un solo rebelde desinteresado?
Miras el rostro de un hombre desde la pantalla de tu ordenador, en tu casa, bien alimentado: eres un integrado, te levantas igual que te acuestas y tus inquietudes, aunque pienses que superan las de la media, aunque creas que el blanco y el negro se funden y dan paso a lo que es la nada del inconsciente ante tus ojos, no son más que polvo en el asfalto.

Miras a esos hombres y copias un textos, lo citas si te parece más digno, y lanzas un mensaje. Y no te paras a pensar.
¿Cómo ibas a pensar?
Lees 1984, pero dices eso de los hombres valerosos que dan sus vidas por la causa.
Sí, chico, porque esa es la anulación, la vida en realidad.´Tú, sentado en tu silla, no puedes comprender que un hombre da su vida de muchas maneras. La no existencia por la libertad, por la viabilidad.

Eres otro apéndice.