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domingo, 10 de octubre de 2010

Top 5 a las 5: Enfermedades de ficción

Hace miles de años, en 2008, teníamos la bonita costumbre de hacer un top 5 todos los domingos. Hoy volvemos y estimularemos su hipocondría con este compendio de enfermedades ficticias.


5.- Infertilidad global


Ya sea porque todos los machos de la especie mueran, o por un factor desconocido que impida a las mujeres concebir, el mundo sin niños es aterrador simplemente porque antecede al mundo sin humanos. La plaga última. Lo que no entiendo de todas las visiones apocalípticas de ese tipo es por qué demonios la gente no se da a carpe diem, pero en fin. Probablemente sea porque el mundo ya era una mierda desde antes del fin de mundo.

4.- Ashera


Un virus propagado tanto por intercambio de fluidos como por palabras o textos que expone al afectado a ser controlado por los me, software para el cerebro codificados en sumerio, el lenguaje más cercano al BIOS del cerebro. Los programadores y hackers son un grupo de riesgo, pues son más susceptibles a los me, por la estructura de su mente. Como lo oyen.

3.- El cruciforme


En un barranco de Hyperion viven Las Tres Veintenas mas Diez o bikura. Una tribu de inmortales. Recibieron ese don al aceptar al parásito cruciforme en sus cuerpos. Al morir, el parásito regenera el cuerpo completamente, hasta cierto punto. Como sucede al guardar una imagen JPG una y otra vez, las copias van haciéndose más y más burdas, perdiendo inteligencia y partes de la anatomía, al punto que su descubridor, el padre Paul Duré, los describió con dificultades para distinguir el pasado, y asexuados por las regeneraciones sucesivas. Otro inconveniente es el de no poder salir de una pequeña área alrededor de su aldea, pues el cruciforme provoca dolor en el huésped al hacerlo. Pedazo de popó por liebre, diría yo

2.- Mal de Merlín

Otra enfermedad que viene de Hyperion, pero totalmente opuesta a la anterior:

“Bien, Rachel, acabas de despertar. Estás confundida. No sabes cómo has llegado aquí. Algo te ocurrió. Escucha.

Estoy grabando esto el día doce del mes diez, año 457 de la Hégira, 2739 de la era cristiana según el calendario antiguo. Sí, sé que es medio año estándar desde lo último que recuerdas. Escucha.

Algo sucedió en la Esfinge. Quedaste atrapada en la marea de tiempo. Te cambió. Estás envejeciendo hacia atrás, aunque esto suene ridículo. Tu cuerpo es más joven cada minuto, aunque por ahora eso no importa. Cuando duermes... cuando dormimos... olvidas. Pierdes otro día de tus recuerdos anteriores al accidente, y olvidas todo a partir de entonces. No me preguntes por qué. Los médicos lo ignoran. Si quieres una analogía, piensa en uno de esos virus que antaño afectaban a los ordenadores. El virus devora los datos de tu comlog... hacia atrás a partir de la última anotación.

No saben por qué la pérdida de memoria se produce cuando duermes. Trataron de mantenerte despierta, pero al cabo de treinta horas te vuelves catatónica durante un rato y el virus actúa igualmente. Qué diablos.

¿Sabes una cosa? Hablar sobre mí en tercera persona es terapéutico. Espero aquí a que me lleven arriba para hacerme análisis y sé que me dormiré cuando regrese, sé que lo olvidaré todo y me da escalofríos.

Bien, sintoniza la placa a corto plazo y tendrás un discurso preparado que te pondrá al corriente de todo lo ocurrido desde el accidente. Mamá y papá están aquí y conocen a Melio. Pero yo no sé tanto como sabía. 

¿Cuándo hice el amor por primera vez con él? ¿El segundo mes en Hyperion? Entonces nos quedan sólo unas semanas, Rachel, y luego seremos sólo conocidos. Disfruta de los recuerdos mientras puedas.

Ésta es la Rachel de ayer. Corto y fuera.”

No se ustedes, pero esa sí me da miedo.

1.- Thetans corporales


Definitivamente mi favorita: almas extraterrestres atrapadas en los seres humanos por culpa de un genocidio ordenado por un emperador intergaláctico hace millones de años para deshacerse de la superpoblación en su imperio. Causantes de aflicciones en sus huéspedes y en ellas mismas, deben ser retiradas mediante un largo y costoso proceso patentado por L. Ron Hubbard y la Iglesia de la Cienciología. Y así tenemos el extraño caso de una enfermedad inventada que se infiltra en el mundo real, con efectos muy reales… pero no deja de ser una ficción.

Se quedaron atrás:

Ojos del Ibad

El adicto a la melange, la especia que da la longevidad en el mundo de Dune, sufre de esta condición, en la que los ojos se tiñen de azul, siendo el color más profundo entre mayor sea su consumo. Algo inocuo, pero que llama mucho la atención, como tener un grano o algo.

Koro

El koro es una enfermedad real que afecta principalmente a personas del sureste asiático, y consiste en creer que se sufre una enfermedad ficticia muy concreta: retraimiento de pene (o de pezones en el caso de mujeres). El pobre afectado cree que su pene se vuelve cada vez más y más pequeño, y que en algún momento desaparecerá. Demasiado meta.

SIDA

Simplemente porque los negacionistas del SIDA creen que es una ficción, y esa es una ficción bastante patológica.

Más tops con William SaintsHumbert C Christopher

4 comentarios:

William Saints dijo...

Eso del Koro está muy raro. Y creo que debí comprar Hyperion aquel día que lo vimos en la Gandhi, en Guadalajara e_e

Humbert C. Christopher dijo...

Ésos cruciformes.

Si, William, debiste comprar el libro.

William Saints dijo...

Ya me acordé que no era Hyperion, sino la secuela. Estaba como a $30, pero no quería comprar la secuela sin tener el primero, así que pasé de él...

William Saints dijo...

Ya me acordé que no era Hyperion, sino la secuela. Estaba como a $30, pero no quería comprar la secuela sin tener el primero, así que pasé de él...